Fig. 3 Agenda del proceso M.U.M.
Hitos
Fig. 4 Fases e Hitos
Descripción
Desde el punto de vista de la administración y la gestión, el ciclo de vida del software es descompuesto en el tiempo
en 4 fases secuenciales cada una concluida por un hito (punto en el tiempo en el que se toman decisiones críticas, y
por consiguiente se deben de haber logrado las metas importantes); cada fase es esencialmente un periodo de tiempo
entre dos hitos. En cada fin de fase se realiza una evaluación o valoración para determinar si se han cumplido los
objetivos planteados para la fase. Una evaluación satisfactoria permite avanzar a la próxima fase del proyecto.
Las fases no son idénticas en términos de cronogramas y esfuerzo y esto varia considerablemente dependiendo del
proyecto. Las fases pueden dividirse en iteraciones siempre con la idea de cumplir el/los objetivos de la fase. Una
iteración es una recorrida completa a través de las Disciplinas, resultando en una liberación (interna o externa) que
forma parte del conjunto del sistema que crece incrementalmente de iteración en iteración hasta llegar al sistema
final.
Una consecuencia de la aplicación de este modelo es que mediante el enfoque iterativo los productos de cada disciplina
crecen y maduran a medida que el tiempo transcurre, y a través del enfoque incremental de desarrollo e integración de
las funcionalidades del sistema, se van aumentando las capacidades del software a medida que se avanza en las
iteraciones hacia los objetivos definidos para cada fase en el proceso de software.
La dimensión Tiempo se define entonces en base a Fases, Iteraciones y Semanas. Para cada Fase se
describen los objetivos, actividades críticas, actividades no críticas y la agenda de actividades y entregables por
Iteración.
Los objetivos describen lo que se debe lograr en la Fase para poder pasar a la siguiente. Las actividades críticas son aquellas actividades que deben
realizarse en la fase para lograr los objetivos y no pueden ser
pospuestas para la siguiente fase. Las actividades no críticas son aquellas necesarias, pero
que si se posponen para la fase siguiente no afectan el logro de los objetivos de la fase actual, aunque pueden dar
origen a una planificación más exigida en la fase siguiente.
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