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Lista de noticias

Publicada el , por rpienika

El jueves 24/11 a las 10:00, en el marco del programa Visita a Industrias de la Cámara de Industrias y la Fundación Ricaldoni, se realizará una visita de estudiantes a la planta de TUBACERO.

Por más información dirigirse a la página web de la FJR o a la página eva de Visita a Industrias

Publicada el , por ulisest

"El primer satélite" es el artículo del docente Juan Pechiar que relata la historia del proyecto nacido en la Facultad que llevó a nuestro país a poner en órbita su primer satélite en 2014.

Ver columna en "La Diaria"


El primer satélite

La exploración del espacio comenzó en 1957 con la puesta en órbita del primer satélite artificial, el Sputnik 1, por parte de la Unión Soviética. Fue seguido, a los pocos meses, por el lanzamiento desde Estados Unidos del Explorer I. En ese comienzo de la denominada carrera espacial ya participaban las universidades. La tecnología espacial requiere conocimientos científicos avanzados, y realizar ciencia en el espacio requiere tecnología avanzada. Es justamente en las universidades donde se produce un círculo virtuoso por el cual ciencia y tecnología se sirven mutuamente para avanzar.

La exploración espacial tuvo un desarrollo vertiginoso. En pocos años se enviaron personas al espacio y se pusieron en órbita satélites científicos, comerciales y militares. Se llevaron instrumentos a la Luna, y luego gente. Sondas y robots han explorado la totalidad del Sistema Solar, y estaciones espaciales habitadas orbitan nuestro planeta. Y tal vez sepamos relativamente más de Marte que del fondo de nuestros océanos.

Aprendizaje en proyectos
A finales de 2006, un grupo de allegados al Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar) trajo la idea de hacer un satélite acá. Hubo discusiones y tormentas de ideas. ¿Por qué no? Hubo muchos por qué no: parecía algo costoso y trabajoso, en una institución con recursos escasos, con una agenda de investigación establecida y muchos estudiantes de los que ocuparse. Pero también quedó claro desde el principio que este sería un proyecto completamente dedicado a la formación de capacidades en el país.

Tener un satélite en órbita no es lo mismo que aprender a hacer un satélite. Esto último era lo que nos interesaba: aprender todo lo necesario para poder construir un satélite funcional, aunque nunca llegásemos a financiar el lanzamiento. Involucrar a muchos estudiantes de grado, aprender cosas nuevas, fomentar nuevas líneas de investigación, establecer contacto con otras universidades, colaborar con empresas e instituciones del medio y, en especial, motivar a niños y jóvenes en ciencia y tecnología. Estas ideas fueron los cimientos del proyecto.

A principios de 2007 comenzamos investigando el estado del arte en satélites pequeños, y cómo muchas otras universidades estaban en el mismo camino. A mitad de año ya había seis estudiantes que comenzaban a desarrollar los primeros prototipos de satélite.

Estos prototipos de bajo costo, que llamamos GloboSat, eran dispositivos con varios sensores y otros experimentos, que transmitían información constantemente por un sistema de radio. Cada GloboSat era transportado por un globo sonda, que es un globo que se infla con helio, mide unos dos metros de diámetro en el momento del lanzamiento y sube hasta más de 30 kilómetros de altitud. A esas alturas, por la baja presión atmosférica, el globo mide cerca de diez metros de diámetro y explota. Un paracaídas se encarga de que el GloboSat descienda de forma controlada en alguna parte del país.

Entre 2008 y 2010, cuatro versiones de GloboSat fueron liberadas, operadas y recuperadas exitosamente. Se aprendió mucho de electrónica, energía, bajo consumo, funcionamiento en condiciones extremas, software, telecomunicaciones. Y muy especialmente se aprendió a elaborar sistemas robustos, que debían funcionar por su cuenta sin alguien cerca que pudiera reiniciarlo o restablecerlo en caso de fallo.

A esa altura, ya había estudiantes haciendo prototipos de partes de lo que sería un pequeño satélite. Aun sin presupuesto, existía la fuerte convicción de que el aprendizaje mediante proyectos desafiantes era un camino acertado. La forma tradicional de impartir conocimientos en las universidades es por medio de clases expositivas: un docente frente al pizarrón cuenta lo que sabe de un tema, y decenas de estudiantes toman apuntes, con la esperanza de que algún día esas notas de clase adquieran sentido y los ayuden a salvar el examen. Pero el verdadero aprendizaje se produce cuando uno se tiene que remangar e intentar resolver un problema concreto o desarrollar un proyecto de la vida real. Por eso, en la enseñanza de la ingeniería son tan importantes los trabajos de laboratorio y los proyectos realizados durante la carrera.

En el mundo hay universidades pioneras en el llamado aprendizaje basado en proyectos, donde aprender haciendo es la norma.

La Facultad de Ingeniería organiza anualmente Ingeniería deMuestra, una exposición gigante de proyectos y trabajos de investigación. Allí estábamos en 2010, mostrando los avances hacia la construcción de un satélite, cuando captamos la atención de las autoridades de Antel, la empresa estatal de telecomunicaciones. La empresa se sintió identificada con los propósitos del proyecto: generación de conocimientos locales en varias áreas de la ingeniería, consolidación de capacidades existentes, y difusión de ciencia y tecnología hacia niños y jóvenes de todo el país. Así, en agosto de 2011 la Udelar y Antel firmaron un convenio para la construcción conjunta de un nanosatélite.

Habitualmente los convenios con la Udelar son unidireccionales: la Udelar realiza un desarrollo o estudio para una empresa o institución que lo requiere. Lo novedoso del trabajo en el satélite era que ambas instituciones realizarían el desarrollo en forma conjunta. Un equipo en la Fing se encargaría de una parte llamada aviónica, mientras que un equipo en Antel desarrollaría la carga científica.

La aviónica comprende la energía, el telecomando, el control y la telemetría del satélite. La carga científica consiste en captores de imagen, su procesamiento y transmisión.

En una carrera tan agotadora como enriquecedora, el nanosatélite, cuyas dimensiones son: 10 centímetros por 10 centímetros por 20 centímetros, completamente diseñado y construido en el país, superó las pruebas de calificación para vuelo en febrero de 2014, y el 19 de junio de ese año fue puesto en órbita por un cohete ruso. Fue el primer objeto espacial de bandera uruguaya y fue operado desde nuestras estaciones terrenas por casi un año, superando todas nuestras previsiones.

Juan Pechiar

 

Sobre el autor
Pechiar es ingeniero y docente del Instituto de Ingeniería Eléctrica (Fing-Udelar) desde 1993. Fue coordinador del proyecto AntelSat.

Publicada el , por ulisest

La Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP), la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) y la Universidad de la República (Udelar) serán los anfitriones de la FAPESP Week Montevideo. El simposio se desarrollará el 17 y 18 de noviembre en la Facultad de Ingeniería.

Este encuentro tiene como objetivo fortalecer los vínculos y promover alianzas de investigación entre científicos del Estado de São Paulo (Brasil) y America Latina, con participación de las universidades miembro del Grupo Montevideo de Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia y Paraguay.

La FAPESP es una de las principales agencias de fomento de la ciencia y de la tecnología. Mantenida por los contribuyentes del estado de São Paulo, Brasil, empezó a funcionar en 1962, con la misión de financiar la investigación científica en todos los campos del conocimiento.

Esta es consciente de que en el mundo actual, solamente es posible acceder a altos niveles de excelencia en las actividades de investigación científica cuando se concreta un intenso intercambio y una intensa cooperación con entidades de diversos países. Así, ha tratado de establecer alianzas con agencias de fomento, instituciones de educación e investigación y empresas de distintas nacionalidades, y alentar científicos apoyados por ella a generar vínculos de cooperación internacional.

Como parte de estos esfuerzos de colaboración internacional, desde 2012 la Fundación ha organizado simposios científicos en ciudades como Washington, Morgantown, Cambridge, Charlotte, Raleigh, Chapel Hill, Berkeley, Davis, Ann Arbor y Columbus (EE.UU.), Toronto (Canadá), Salamanca, Madrid y Barcelona (España), Tokyo (Japón), Londres (Reino Unido), Buenos Aires (Argentina), Beijing (China) y Múnich (Alemania).


Se adjunta programa.

Más información:
http://grupomontevideo.org/sitio/noticias/fapesp-week/

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El jueves 24 de noviembre se realizará una visita a la planta de TUBACERO para estudiantes de Facultad de Ingeniería. Las inscripciones están abiertas en EVA Fing.

Por cuarto año consecutivo, la Fundación Julio Ricaldoni de la Facultad de Ingeniería y la Cámara de Industrias del Uruguay organizan visitas guiadas de estudiantes a instalaciones de empresas industriales.

En ese marco, el 24 de noviembre a las 10 h se realizará una recorrida por la planta de la empresa metalúrgica TUBACERO. El cupo máximo para la visita es de 20 estudiantes, por lo que solicitamos que se inscriban aquellos que están seguros de poder concurrir (la inscripción se realiza en el sitio EVA Fing: Ruta: Página principal/Encuestas/Visitas a Industrias).

Se debe asistir con casco y calzado cerrado. El transporte corre por cuenta de los estudiantes.

La empresa a visitar
Fundada en 1908, TUBACERO es una empresa metalúrgica líder en la fabricación y distribución de tuberías de acero en Uruguay, así como en fundición de piezas de acero. En la última década, ha fortalecido su presencia en dos nuevos segmentos: materiales de construcción y soluciones anticorrosivas.

La planta de TUBACERO está ubicada en Camino Coronel Raíz 949 entre 3 de febrero y Ariel. Para ir desde Facultad de Ingeniería, sirven los ómnibus: 582, 522, 145,157, 149 y 182.

Durante la visita, se podrán conocer tres procesos:

  1. Fundición de piezas en aceros al carbono, aceros aleados (inoxidables, refractarios, al Mn, etc), hierros especiales (alto Cr, ADI, etc) y fabricación de materiales compuestos de matriz ferrosa.
  2. Proceso de Galvanizado en caliente.
  3. Planchado y conformado de chapa de acero en formas largas (tubos con costura y perfiles). Trafilado, tratamiento térmico en atmósfera controlada y enderezado de caños sin costura.