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Los sistemas de navegación astronómicos: De las estrellas al sistema GPS

El ser humano ha tenido desde sus orígenes vocación a explorar nuevos territorios y a expandir su
hábitat. Con el paso del tiempo logró construir embarcaciones lo suficientemente seguras como para
recorrer ríos y aventurarse en alta mar. Para poder viajar y retornar a su hogar, se orientó recurriendo a
los astros cuyas posiciones y movimientos aparentes en la bóveda celeste le indicaba la posición de los
puntos cardinales. Esta presentación recorrerá este periplo de exploración y aventuras y como, a partir
de esta experiencia, llegó a la conclusión de que la Tierra era esférica. La paradoja de las antípodas, el
terror a caer en un abismo allende el océano, y cómo la existencia de las Americas salvó a Cristobal
Colón y su tripulación de una muerte segura serán comentados. Con el avance de la civilización, la
observación a simple vista se auxilió cada vez más de instrumentos de medida, como el cuadrante, el
astrolabio y la ballestilla, que permitían una estimación más precisa de las alturas de los astros y las
distancia angulares entre ellos. En la Edad Media se inventó la brújula que permitió la orientación sin
recurrir a las astros. Finalmente, los sextantes, cronómetros marinos y recientemente, los sistemas de
posicionamiento global (GPS) han contribuido a una determinación precisa del lugar de la Tierra en
que nos encontramos.