Lista de noticias
En el marco de las líneas de apoyo a maestrandos y doctorandos de la Universidad de la República, la Comisión Académica de Posgrados tiene el gusto de convocar al curso de Asesoría para la redacción de la tesis (8ª edición).
Hay tiempo hasta el 4 de agosto para postular.
Contenidos
La asesoría focalizará en tres aspectos: a) las características del proceso escritura de una tesis, b) la producción escrita propiamente dicha, c) la adecuación de la escritura al género tesis (convenciones lingüísticas, estéticas, disciplinares, prescriptivas). Se brindarán, además, herramientas informáticas para la escritura de la tesis.
Dinámica
diez sesiones presenciales de 3 horas en las cuales se realizarán actividades sobre textos de los tesistas.
Asistencia obligatoria al 80% de las actividades presenciales.
Docentes
Virginia Bertolotti (Responsable), Macarena González Zunini, Carolina Oggiani (Encargadas) y Mihdí Caballero (Aspectos informáticos).
Requisitos para la inscripción
- Ser maestrando o doctorando de la UR;
- Llenar el formulario en http://www.posgrados.udelar.edu.uy/.
Selección
Estará a cargo de Comisión ad hoc conformada por la CAP. Se privilegiará a aquellos posgraduandos que estén en proceso de redacción de la tesis o que estén por comenzar a redactarla. Se tendrá en cuenta a quienes obtuvieron becas de la CAP. Cupos: 20
Recomendación: Quienes aspiren deben asumir el compromiso de participar en el ciclo completo si se les asigna cupo, por lo cual, en caso de no contar con el tiempo necesario, se sugiere que se postule a próximas ediciones (entre febrero y marzo de 2018 se realizará una nueva edición)
Fechas de inscripción
Entre el 5 de julio y el 4 de agosto de 2017. (El formulario para la postulación en línea se habilitará el 5 de julio a mediodía).
Fechas del curso/asesoría
Desde el 5 de setiembre hasta el 7 de noviembre de 2017, los martes entre las 18 y las 21 horas.
Comunicación a los postulantes del resultado de la selección: lunes 14 de agosto.
Más información e inscripciones
http://www.posgrados.udelar.edu.uy/renderPage/index/pageId/1133
Durante los días 2 y 3 de agosto el Departamento de Desarrollo Sostenible e Inteligente de la Intendencia de Montevideo, organiza el Tercer Encuentro de Ciudades Inteligentes para la inclusión.
El tema de este año es "Historias Verdaderas". Se buscan propuestas que planteen investigaciones, temas tecnológicos de punta o experiencias exitosas cuyos resultados sean de interés para los participantes.
Se buscan soluciones reales implementadas en ciudades, en lo posible adaptadas o probadas en Montevideo o problemas que se pretendan resolver o se esté trabajando en ello.
Tercer encuentro
En el primer evento, del año 2015, se presentó el estado del arte de tecnologías y aplicaciones de smart city. En el segundo año se hizo mas hincapié en las experiencias internacionales. La idea para el tercer encuentro es concentrarse en lo doméstico, en los problemas reales de Montevideo y en lo qué se está trabajando.
Los 3 temas ejes sugeridos son la movilidad, la limpieza e inclusión y género.
Como participar
Para participar como exponente se solicita inscribirse a través de: evento.ci@imm.gub.uy adjuntando un resumen (abstract) de la propuesta y el CV de los participantes.
En función de la cantidad de propuestas recibidas habrá una preselección, de forma de adecuar el contenido a la temática y formato del evento.
Plazo
El plazo de presentación de propuestas es hasta el 14 de julio, y estaremos notificando aquellas seleccionadas el día 21 de julio.
Formato del evento
Serán presentaciones en paneles temáticos, con 4 a 6 ponentes por sesión, de duración total una hora. Por lo tanto cada disertante dispondrá de 10 a 15 min para su presentación. Se suguiere el uso de formatos ágiles como los utilizados en las charlas TEDx o similares.
No se prevé la instalación de stands, ni la presencia de banners o publicidad en la sala de presentaciones o espacios elementos publicitarios fuera de la sala.
Se actualizó la información de los cursos de grado que dictará el INCO en el segundo semestre del 2017.
Búsqueda general de cursos: http://www.fing.edu.uy/inco/ensenianza/cursos
Período de inscripciones (confirmar en página de bedelias):
- Asignaturas con cupo: 17 al 30 de julio.
- Programación 1, Programación 3, Fundamentos de Bases de Datos, Taller de Programación, Redes de Computadoras y Proyecto de Ingeniería de Software: 24 de julio al 6 de agosto.
- Resto de asignaturas: 24 de julio al 20 de agosto.
La decana de la Facultad, María Simon, escribió para La Diaria la columna "75 años del Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia, de la Facultad de Ingeniería", donde se hace mención a la historia de instituto, sus aportes e investigadores, y el valor de las ciencias fundamentales en la formación del ingeniero.
[ver el artículo en La Diaria]
75 años del Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia, de la Facultad de Ingeniería
Esta facultad, o su antecesora directa, fue creada por ley de 1885 como Facultad de Matemática y Ramas Anexas, de manera que se puede decir que procedemos de la matemática. Sus cursos empezaron en 1890 y su creación estuvo marcada por discusiones sobre si valía la pena crear una facultad o era más conveniente contratar extranjeros o mandar a estudiantes al exterior, lo que, sin duda, era mucho más barato, pero no más conveniente. Esa discusión se saldó, lo que permitió que ingenieros nacionales llegaran a tiempo para realizar grandes obras, como la red vial, la ferroviaria, el puerto, y más tarde la red eléctrica; obras de las que aprendieron y a partir de las cuales enseñaron. Esas polémicas vuelven periódicamente bajo distintos aspectos. Entre ellas, por qué los ingenieros tienen que saber bastante (o mucho o demasiado, según las visiones) matemática, física y, en general, ciencias fundamentales.
La Facultad de Ingeniería aprecia lo que vale tener un Instituto de Matemática de nivel internacional, con investigadores en diversas ramas de la matemática. La formación básica es lo que permanece, mientras que las tecnologías cambian durante la vida profesional. Egresados que, cuando eran estudiantes, opinaban que los contenidos eran excesivos valoran esta formación a lo largo de su experiencia. Es la diferencia entre aplicar herramientas cuyo fundamento se desconoce y entenderlas realmente.
La matemática, en la formación del ingeniero, cumple una doble función. En la ingeniería se aplican constantemente los conocimientos matemáticos para finalidades prácticas, desde calcular una estructura hasta predecir la estabilidad de una red eléctrica o modelar la crecida de un río o el intercambio de gases en el proceso de conservación de un alimento. Es entonces una herramienta imprescindible y tiene que ser usada en forma fina, crítica y razonada, porque en general se construyen modelos de la realidad y se debe saber qué variables interesan, cómo es de sensible el modelo a sus variaciones o errores de medida y hasta dónde la complejidad es necesaria. La segunda función no es instrumental: es desarrollar el pensamiento analítico y la capacidad de enfocar y resolver problemas. No es la única manera de desarrollar el pensamiento abstracto, pero es una de las más efectivas. Para esta finalidad, especialmente, es que no basta transmitir el conocimiento de la matemática desde alguien que lo sigue, sino que es necesario tener docentes que sean investigadores. Aunque en sus cursos de grado casi nunca enseñan aquello en que están investigando, pues los cursos son de matemática clásica, la enseñanza impartida por alguien que crea en esa disciplina adquiere la luz de lo vivo, y es sólo desde esta posición que se puede enseñar a pensar. Y esto es lo que permanece y sirve para casi todo lo que uno haga en la vida. De paso, el pensamiento crítico e independiente es clave de la ciudadanía.
Este Instituto de Matemática y Estadística, además de tener un rol fundamental en la formación de grado y posgrado y de tener su investigación propia de muy buen nivel, participa en investigaciones y proyectos de otros grupos de la facultad, ilustrando que ciencias fundamentales y tecnología forman un ecosistema y se enriquecen mutuamente. Las interacciones no son lineales, como a veces se cree en forma simplificada hasta la falsedad; no hay creación científica abstracta y luego devienen aplicaciones tecnológicas. A veces pasa eso, a veces de la aplicación surgen nuevas y desafiantes preguntas hacia las ciencias fundamentales, a veces hay una mutua inspiración. Así, por ejemplo, los trabajos sobre la estabilidad de José Luis Massera son citados desde estudios de procesos químicos o sistemas de control de máquinas.
No creemos que la investigación básica tenga que justificarse por sus aplicaciones. Tiene enormes aplicaciones y eso es inherente a ella, y bienvenidas son; a veces llegan en forma no prevista, como es el caso (un ejemplo entre muchos) de los algoritmos de encriptado que usamos sin saberlo en nuestras transacciones electrónicas, y que nacen de una de las ramas más teóricas de la matemática, que es la teoría de números. Pero además, o desde antes, entender y crear nos hace más humanos. La persona que mira el firmamento y entiende por qué los planetas deambulan o por qué la luna tiene fases, sin duda tiene algo más que quien no lo entiende. La aventura humana es entender el universo y desarrollar el propio pensamiento.
Esta reflexión se aproxima a las que versan sobre el arte o la cultura. Se las justifica a menudo por sus externalidades, como generar trabajo o presentar al país, externalidades también bienvenidas, pero esa justificación no es necesaria. No afirmaría que el arte o la cultura nos hagan siempre más felices, pero sí más humanos.
Otros actores escribirán artículos centrados en la historia del Instituto, en la que se destacan precursores, visionarios que se propusieron hacer ciencia y la hicieron, que formaron a varias generaciones académicas, personas entrañables a las que admiramos y queremos. Personalmente tuve la alegría de conocer a algunos de sus profesores más reconocidos, pero no coincidí con otros, como su fundador, don Rafael Laguardia. “Por sus hechos los conoceréis”: esas personas crearon un colectivo científico digno, cuidadoso de la calidad, atento a su contexto y de proyección internacional. Uruguay es conocido en ciertos ámbitos no sólo por el fútbol o el constructivismo, sino además por su escuela matemática. En esta historia, además de personas, hay instituciones clave, entre las cuales se cuentan el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, la Facultad de Ciencias, todas las facultades, varias universidades del mundo.
Uno podría preguntarse por qué el Instituto de Matemática está en la Facultad de Ingeniería. Desde el principio destacamos su importancia para la facultad y la importancia de que exista y sea bueno. Otros ordenamientos institucionales serían posibles. El plan Maggiolo, del que este año se cumplen 50 años, preveía institutos centrales (de matemática, historia, biología...) que impartieran las distintas carreras en escuelas. En el otro extremo, ya superada, estuvo desde mucho antes una concepción napoleónica, en la que ingenieros formaban ingenieros y no se necesitaban matemáticos ni físicos. La institución universidad es una de las más antiguas y estables, y lo es porque se transforma. Tal vez tendamos a tener institutos centrales o a fortalecer la cooperación entre unidades, como en los hechos las unidades asociadas de matemática y de física hacen que haya un colectivo que transciende a las facultades. La construcción y el crecimiento de esa red de cooperación y formación, que lleva a la consistencia en el nivel y a la excelencia académica, es una de nuestras tareas constantes; no sólo el futuro de la ingeniería, sino de un concepto de ciencia, tecnología y cultura en un país independiente.
Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia de la Facultad de Ingeniería
El IMERL, cuna de las escuela matemática uruguaya, fue concebido y creado a instancias de Rafael Laguardia en 1942, en un momento en el que era inconcebible la existencia de un instituto de investigación en dicha disciplina. Actualmente cuenta con cerca de una centena de docentes y cumple con tareas de docencia e investigación en matemática. En los últimos años, el instituto ha hecho importantes contribuciones a la actividad nacional, mediante convenios con empresas públicas y proyectos conjuntos con empresas públicas y privadas.